¡Quién lo diría!... Tú y yo acabamos juntos al final. Te voy ser sincera, en un principio nunca nos imaginé, no imaginé que cruzaramos palabra alguna, ni un empujón en el pasillo, una mirada por equivocación, nada. Ahora que ha pasado el tiempo, que ha pasado el verano para llegar al invierno, ahora que hemos crecido y fortalecido nuestras almas, aprender de la vida, caernos y levantarnos, el destino decidió juntarnos. Es increíble cómo en tan poco tiempo empezé a pensar tanto en tí, es maravilloso el sólo hecho de estar contigo, cuidarte, abrazarte, hablarte, besarte, tenerte a mi lado, mi vida ya sabe ati, me ataste, me impregnaste tu aroma en el corazón.
Pero todos sabemos que un cuento de hadas nunca es interesante si no tiene en él algún personaje malo que haga la vida miserable... En éste, es la gente que me rodea, la que me ha criado, con la que he crecido, son los que parecen no entender, no querer saber, no ceder, ni impedir, sólo ser indiferentes, que es lo que más me duele. Pero al final no importa, cada quien vive su vida, carga sus penas, cumple sus metas, enfrenta sus juicios y paga sus cuentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario