lunes, 29 de noviembre de 2010

El suicidio es indoloro

Sonriendo sin abrir la boca, ¿para qué? me has robado la risa, la concentración y el alma, ¿pero qué culpa tengo yo? mis ojos cayeron como estelas en una inmensa constelación, me quedé en blanco sabiendo todo, sólo quería verte una vez más, aunque claramente, fuera prohibido.

¿Olvidarte? ¡No pude! ¿Dejarte? ¡Ni me lo imagino!
No duele, al parecer el suicidio es indoloro, incoloro e insípido.

Miro a los lados y lo único que veo es blanco,
las paredes, el techo, mi corazón,
se quedó vacío, todo está vacío.

entonces ¿qué hago?
si te evado siento que muero, si te hablo por lo contrario toco el cielo.
entonces mejor me quedo así, con todo pero sin nada, porque lo único que importa eres tú.

Ayer soñé contigo,
me quedé perdida en el brillo de tus ojos,
en tu mirada,
me quedé encapsulada en tu alma, en ti.

Eché a volar mi imaginación,
te vi volar junto a mi,
parpadeo pero increíblemente sigues ahí,
a lado, en frente, cercanamente lejos,
tanto que ya ni tu mano alcanzo.

Ojalá nunca fuera a despertar,
después de todo, no quiero ver al mañana,
no quiero abrir los ojos,
te quiero a ti...



b.e.a.

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